Se aleja el abismo
cómo si fuera la eternidad
resumida en un atisbo.
A lo lejos,
aúlla de rabia un Dios primitivo,
al saber en ese instante,
que ha sido vencido.
Atrás queda el recuerdo
de un corazón retorcido,
de otro amanecer desvanecido.
Y en el cielo,
una estrella comprende de repente,
que su luz es intermitente,
pero que su brillo,
guía los pasos del destino.