Un aullido en la noche,
y tu aroma templado,
que me abofetea sin compasión
en el hipotálamo.
martes, 20 de enero de 2015
miércoles, 14 de enero de 2015
Jamás
Entre un rugido feroz,
se masculla un suspiro,
entrecortado por mi voz,
llega a mis oídos
como un trueno mudo
el replicar de tu voz ardiente
y viva.
Me dice que jamás me rinda.
Se estrella la noche contra
el final de tus ojos,
y se prende entre las tinieblas,
un abrazo lejano y dividido.
Me recuerdas con tu voz
que jamás en la vida olvide
que sigo jodidamente vivo.
Y te miro con deseo
sintiendo mil emociones
inyectadas directamente en vena.
Agarro tu piel contra mi piel
y elimino cualquier espacio
entre nuestros cuerpos.
Te arrimas y me dices,
que nunca jamás permita
que al mirar con hambre a la vida
y zarpar a comernos el mundo
nos saciemos.
se masculla un suspiro,
entrecortado por mi voz,
llega a mis oídos
como un trueno mudo
el replicar de tu voz ardiente
y viva.
Me dice que jamás me rinda.
Se estrella la noche contra
el final de tus ojos,
y se prende entre las tinieblas,
un abrazo lejano y dividido.
Me recuerdas con tu voz
que jamás en la vida olvide
que sigo jodidamente vivo.
Y te miro con deseo
sintiendo mil emociones
inyectadas directamente en vena.
Agarro tu piel contra mi piel
y elimino cualquier espacio
entre nuestros cuerpos.
Te arrimas y me dices,
que nunca jamás permita
que al mirar con hambre a la vida
y zarpar a comernos el mundo
nos saciemos.
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