A menudo, cuando el silencio me ensordece,
y la tormenta, deja charcos en el camino,
el rugir de un corazón desbocado
es de mi tiempo, el único testigo
A menudo, cuando el viento me golpea
con su gélido aliento,
y la codicia de mi mente me susurra
que me de por vencido
Yo le contesto, con la rabia que me alimenta,
que se olvide de que jamás caeré en el olvido.
La furia es el caudal que viaja por mis venas y el pulso,
es el replicar de los años que aún no he vivido.
(pero que algún día viviré)
y la tormenta, deja charcos en el camino,
el rugir de un corazón desbocado
es de mi tiempo, el único testigo
A menudo, cuando el viento me golpea
con su gélido aliento,
y la codicia de mi mente me susurra
que me de por vencido
Yo le contesto, con la rabia que me alimenta,
que se olvide de que jamás caeré en el olvido.
La furia es el caudal que viaja por mis venas y el pulso,
es el replicar de los años que aún no he vivido.
(pero que algún día viviré)
Sólo quien se mueve siente las cadenas
ResponderEliminarTu público (yo en este caso), solicita desde la ignorancia mas prosa y menos verso.
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